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5 errores que muchos coaches cometen

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Tener un negocio de coaching que funcione no sucede de la noche a la mañana. Exige un planeamiento, estrategia, y desarrollar contenido que realmente sea beneficioso para tus clientes.  

 

Sin lugar a dudas, ayudar a las personas tiene que ser una de tus principales metas cuando eliges un camino como éste, de lo contrario eventualmente buscarás mirar a otros horizontes, incluso si logras hacerlo muy rentable.  Mi camino como coach de carrera impactando la vida de cientos de ejecutivos no hubiera sido igual de maravilloso y satisfactorio si una de mis principales motivaciones no fuera la vocación de servicio.

 

Pero esto no es suficiente. Cuando recién empezamos este camino, tal vez recién salido de una escuela de coaching, nadie te habla en términos de negocio.  En cómo empezar, cómo ofrecer tus servicios, cómo cobrar y tantos otros detalles importantes. Entonces cometemos errores que nos llevan a cuestionarnos el camino.

 

Acá te comparto 5 errores que puedes estar cometiendo y que resueltos pueden generar un gran impacto en tu negocio de coaching.

 

1) Intentar servir a todo el mundo.

“Cuando le hablas a todos, no le hablas a nadie”

Esto puede ser una gran trampa, sobre todo cuando recién empiezas.  Sales muy emocionado a ofrecer tus servicios de coaching y no te llama nadie. ¿Qué sucedió?

 

Por lo general las personas no conectarán con tu mensaje si no es suficientemente especifico.  Si no se sienten identificados. Si no sienten que les hablas a ellos o ellas.

 

Mira la razón por la que estás acá.  Yo podría estar hablando de negocios a muchos perfiles, de seguro mucha de la información que comparto les puede servir a personas de otros mundos, pero he decidido enfocar mi atención en coaches y adaptar todo el material de negocio a coaches.  ¿Estarías igual de interesado si yo hablara de negocios en general?

 

Identifica tu nicho de mercado y luego encuentra tu cliente ideal. Asegúrate de dirigir tu mensaje a quienes puedas ayudar con tu experiencia, competencias y conocimientos.

 

Cuando trabajes con clientes permanece atento a lo que disfrutas de trabajar con ellos (y lo que no). Esto te ayudará a pulir tu mensaje aún más en la medida que tu negocio se va desarrollando.  Pero por sobre todo, aléjate de ser un generalista.

 

2) Tratar tu negocio como un hobby.

El coaching es una profesión muy noble y no requiere de grandes inversiones para hacerlo viable.  La buena noticia de esto es que la barrera de entrada es baja para cualquier persona, la mala noticia es que al no tener que invertir, terminas despriorizándolo y asumiendo otras tareas antes que sacar tu negocio adelante. 

 

Te aseguro que si tuvieras que invertir un monto que te duele el bolsillo lo tratarías como un trabajo y no como algo que puedes hacer después de encargarte de los hijos, de la pareja o de otras cosas que hoy pueden sonar más importantes.

 

Trata tu proyecto como un negocio, como un emprendimiento serio.  ¿Qué estarías haciendo si hubieras tenido que invertir un dinero importante en él? 

 

Crea los procesos correctos, los sistemas, los mensajes, la propuesta de valor y encuentra todo el soporte necesario para lograr que salga adelante y se convierta en tu principal fuente de ingresos.

 

Por lo general escucho a muchas personas decir que no van a invertir un centavo hasta que hagan dinero.  Al final es un arma de doble filo.  Por supuesto que quieres hacer las inversiones correctas, pero cualquier negocio exitoso requiere inversiones intencionadas para que justamente sea exitoso. 

 

Haz las inversiones que necesites para llevar tu proyecto a donde quieres llevarlo.  Trata tu emprendimiento como el negocio que es.  Lleva tus números, desarrolla tus discursos, contrata a un mentor o un coach para ti mismo. Invierte en plataformas que te faciliten la vida y eleven tu valor en el mercado.  Todo esto puede hacer que tu negocio crezca mucho más rápido que hacerlo al revés.

 

3) Intentar vender sesiones de coaching en lugar de una solución.

Tantos coaches tenemos miedo a sonar como vendedores baratos. Luego de muchos cursos, preparación mental y desarrollo espiritual he llegado a la conclusión que el miedo a vender tus servicios viene desde tu ego, desde cómo se te va a ver o cómo te van a juzgar, en resumen desde ti.  Cuánto cambiaría tu mirada si vieras el proceso de venta como la transformación que eres capaz de ofrecerle a alguien. Desde las ganas de ayudar a esa otra persona. Si, sin importar cómo te veas tu.

 

Asegúrate de ofrecer una solución concreta que resuelva un problema concreto a un cliente concreto, en lugar de venderle paquete de sesiones de coaching.  Y no se trata del dinero.  Al final, si quieres ayudar y acompañar a muchas personas y que tu negocio crezca, crea una solución que realmente ayude.  Te aseguro que las personas no están pensando “Oh, realmente quisiera comprar un programa de 10 sesiones de coaching”, sino por el contrario, están pensando “Wow, realmente necesito superar esta separación- o conseguir este trabajo, cómo lo hago?”

 

Cuando la transformación que ofreces es lo que tu potencial cliente necesita y quiere, casi no existe etiqueta de precio que pueda limitarlos y tu conversación será mucho más fluida y menos forzada.

 

4) Ocupar mucho tiempo en hacer que todo esté perfectamente en su lugar antes de empezar.

¿Te tengo que decir que no necesitas que todo esté perfecto para empezar?

No necesitas el logo perfecto, la web, tu perfil de Instagram, etc.  Gastar demasiado tiempo en tener todo en su lugar lo único que va a hacer es retrasarte y llevarte a ningún lado.

 

En su lugar, enfócate en lo que vas a ofrecer y desarrolla el programa que llevará a tus clientes a lograr sus resultados.  ¿Podrás ofrecerles una solución concreta a su problema con tu programa?

 

Que tu principal preocupación sea desarrollar servicios que beneficien a tus clientes, una vez lo logres todo tomará el correcto lugar y tu negocio crecerá.

 

5) Asumir que los clientes vendrán a ti.

Por lo general requiere un desarrollo de mindset y estrategia lograr un negocio sólido de coaching, pero esto también toma tiempo.  Mientras vas trabajando en esto, pregúntate todo el tiempo: 

“¿Qué estoy haciendo para asegurar que los clientes vengan a mi?"

 

Es importante que le pongas intención a esta pregunta. Porque a no ser que trabajes para una consultora y esperes quedarte ahí, los clientes no van a llegar solos.

 

Hay muchas estrategias para atraer a tus clientes ideales, averigua y busca la que mejor calce con tu estilo. Ofrece tus servicios desde tu autenticidad y diles claramente cómo puedes ayudarlos.  Tu mismo eres tu mejor publicidad, no tengas miedo de contar tu historia.

 

Y para cerrar toma en cuenta que como coach, tienes la posibilidad de poder cambiar profunda y significativamente la vida de alguien.  Esta puede ser una profesión maravillosa.  Si tus deseos más profundos son de trascendencia e impacto en el mundo es importante que tomes notas de estos errores para que logres también los ingresos necesarios y el mundo no se pierda de tu luz.

 

 

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