Blog

7 formas de manejar el caos en el trabajo

coaching

¿Te pasa que tienes tanto que hacer que ni siquiera sabes por dónde empezar? En un mundo tan competitivo y en el que sólo se piensa en la productividad, es muy común sentirse presionado por conseguir los objetivos. El exceso de trabajo y la autoexigencia son las principales causas por la que podemos llegar a sentirnos abrumados e incluso llegar a sentirte físicamente mal los domingos en la noche.

¿Sabías que en investigaciones hechas en Estados Unidos se ha demostrado que la gran mayoría de los ataques al corazón suceden los lunes? ¡Si, los lunes!

Lo cierto es que con algo de organización, tomando conciencia de lo que hacemos, dejando de lado aquello que no es importante ni urgente y dándonos el tiempo de reflexionar, es posible despejar algunas presiones y aligerar la carga.  La próxima vez, antes de pensar en un cambio de trabajo o renunciar, sigue estos 7 consejos para dejar de sentirte abrumado o evitar el caos en tiempos difíciles.

 

1. Divide el trabajo en pequeñas tareas

La planificación es parte de la organización. Divide tu gran objetivo en pequeñas metas, de esta forma se sentirá más alcanzable y te angustiarás menos.  Una vez logres el primer hito, anda al siguiente.  Cuando menos te des cuenta estarás muy avanzado en tu gran objetivo y podrás ver lo que has logrado y no, todo eso que te falta por avanzar.  Fíjate objetivos semanales.

 

2. No seas autosuficiente

Es normal y hasta deseable pretender sentirnos importantes e imprescindibles para la empresa, pero no es necesario que nos encarguemos de todo, porque al final no podremos cumplir o el costo será demasiado alto. Recuerda ese refrán que dice: “El que mucho abarca, poco aprieta”.

Compartir la carga de trabajo es clave para mantener el equilibrio y a veces hasta es sano decir “NO”.

 

3. Ocúpate de lo importante

Jerarquizar las actividades es primordial para avanzar en las asignaciones. Cumplir primero con lo que es más importante ofrece una sensación de progreso en el trabajo y quita las presiones.  Intenta empezar el día encargándote de lo más complicado, eso que casi no quieres mirar pero que sabes que está ahí esperando por ti y llevándose tu energía.  Una vez lo saques de tus pendientes te asombrarás toda la energía que tendrás para abordar lo siguiente, ¿y lo mejor?  ¡Te quedará el resto del día para hacerlo!

 

4. Administra el tiempo

Establecer horarios de trabajo y lapsos para el cumplimiento de los pendientes forma parte de la habilidad de gestión del tiempo. Ponle un tiempo definido a una tarea, activa alguna alarma y enfócate en hacerla.  Recuerda que si a una tarea le pones 20 minutos para terminarla seguramente te tarde eso, si le pones 2 horas también tardará eso, y si no le pones tiempo, será un gran hoyo negro que te tomará semanas. Si no me crees, intenta hacerlo…

No pienses tanto las cosas y empieza a producir.

 

5. Evita las distracciones

La clave para aprovechar el tiempo es evitar todo aquello que cause distracciones. Si se requiere plena concentración en el trabajo es necesario establecer una regla de desconexión.

Deja el móvil a un lado, cierra el correo electrónico y no consultes las redes sociales durante el tiempo que te has definido como foco para trabajar en tu pendiente. Hay aplicaciones que pueden ayudarte a bloquear las interrupciones de los chat y los avisos de las redes sociales sin necesidad de apagar tu smartphone. ¡Esta es genial!

 

6. Toma breves descansos

Despejar la mente en medio de largas o intensas jornadas de trabajo te permitirá repensar las cosas. Cuando sientas que las cosas se están saliendo de control y aunque suene contra-intuitivo, toma un descanso.

Levántate, estírate un poco, toma café o simplemente agua, da una corta caminata. Esto te ayudará a tener otra perspectiva sin dejarte envolver en la vorágine del caos.

 

7. Piensa en positivo

Cambiar el diálogo interno de lo negativo hacia lo positivo permite enfrentar los retos de una manera más eficiente. ¿Qué quiere decir esto?

Básicamente, piensa en lo que puedes lograr. En tu aporte a la empresa y en el trabajo que has realizado. Ocúpate de lo que sí puedes controlar y lo que no, nada que hacer, déjalo ir.

Desde el punto de vista práctico, identifica lo que es importante para ti y que va a generar un impacto positivo en tu trabajo y elimina todo aquello que te genera una carga física y emocional.

 

Por último, toma conciencia de tus conductas en medio del caos.  De esta forma podrás mirarte y revisar qué puedes cambiar, cuáles de estos consejos puedes aplicar y qué tipo de profesional defines ser en medio de la tormenta.

¡Agenda una llamada de claridad y te contamos cómo lograr tu próximo trabajo en tiempo récord!

¡AGENDA ACÁ!