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Métodos para gestionar los conflictos en un equipo de trabajo

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Es una máxima: si hay interacción humana, siempre habrá conflictos. La gestión y la resolución de los conflictos en un equipo de trabajo nunca es fácil para gerentes y directores.

 

¿Por qué?

 

Porque en una relación laboral se suman factores demasiado relevantes cómo la reputación, la experiencia, las opiniones, el poder y el dinero. Y todo gira en el ambiente en el cual las personas se ganan la vida, crecen y progresan.

 

Los conflictos nacen y crecen rápido. Y pueden implicar grandes riesgos para los intereses de las empresas. Por eso, debemos recurrir a nuestras mejores herramientas de liderazgo para identificarlos y neutralizarlos.

 

Primer paso para la resolución de conflictos en el equipo

 

Para comenzar, lo primero que debes entender es la raíz del problema y conocer a las personas involucradas, ya que se suelen mezclar complementos mentales lógicos y emocionales.

 

Los lógicos son los que se pueden trabajar con el razonamiento. Con los emocionales debemos ser más cautos, porque varían de persona en persona.

 

MANEJA EL COMPLEMENTO EMOCIONAL EN UN CONFLICTO DE EQUIPO

 

Nunca ignores las causas que generaron el conflicto. Quizá para ti no tenga sentido, pero para la otra persona sí lo tiene y eso ya es suficiente para que exista. Empatiza y dale lugar a su reclamo.

 

Mantente siempre imparcial, no tomes posición por ninguna de las partes y siempre maneja la situación con honestidad y transparencia.

 

Evita posponer el conflicto, más bien, toma la postura de intentar resolverlo de raíz.

 

Algunos métodos para resolver conflictos dentro del equipo

 

1. ACERCAMIENTO DIRECTO

Puede ser una de las formas más efectivas de manejar los conflictos, pero depende mucho de tu personalidad. Implica que abordes el problema de forma directa y objetiva, le hagas frente al conflicto con los involucrados y busquen solucionarlo de forma conjunta.

 

2. NEGOCIACIÓN

Busca un lugar común entre ambas posturas para llegar a un acuerdo mutuo. Seguramente las dos partes deban ceder en algo y esto puede generar una sensación de disconformidad.

 

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3. DE ÉNFASIS

Según sea el tipo de conflicto con el que te enfrentes, una buena estrategia es olvidar por un momento las diferencias y enfatizar las coincidencias. Esto hará que las partes vean que tienen aspectos u objetivos que comparten y deseen avanzar hacia una solución.

 

4. DE RETIRADA

Como te comenté antes, posponer un conflicto quizá no sea buena idea. Sin embargo, vale la pena mencionar que si eres un líder con experiencia y descubres que el conflicto es producto de un mal día, o de emociones como los celos o la envidia, una buena estrategia es mantener silencio y dejar que la persona se enfríe sola.

 

En resumen

 

Sin importar los orígenes o las causas, la función del líder es mediar y conciliar para la resolución de los conflictos dentro de su equipo. No es una tarea fácil, requiere de mucha sensibilidad y tacto, pero puede ser una gran oportunidad de mejora y de crecimiento tanto para las personas, como para la organización en la que se desempeñan.

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