Muchas de las consultorías que realizo con ejecutivos que por alguna razón se estancaron en sus carreras terminan resolviéndose, en gran medida, con la habilidad de saber venderse y vender su trabajo.

 

Saber vendernos es algo que todos debemos aprender.  Sea que estamos buscando nuevas oportunidades laborales, proponiendo una nueva idea al comité de gerencia o incluso vendiendo un auto, nuestras vidas están llenas de situaciones en las que estamos buscando persuadir a alguien.

 

Por lo general, la palabra “vender” está llena de connotaciones negativas. Nos imaginamos a los vendedores como personas manipuladoras, ambiciosas y dispuestos a hacer lo que sea por no perder el negocio, pero la realidad es que todos somos personas de ventas de alguna manera.  Y eso está bien.  Necesitamos serlo.

 

Es importante que aprendamos a cambiar el contenido que le imputamos a las ventas porque de lo contrario va a afectar nuestras carreras de maneras inimaginables. 

 

Todo lo que significa la palabra venta es comunicar el valor de algo. Por lo tanto, “vendernos a nosotros mismos” significa saber comunicar nuestro valor – y esa es una habilidad de la que sin duda vamos a beneficiarnos.

 

La verdad es que no importa qué tan talentoso o inteligente seas.  Si es que no sabes venderte te va a costar mucho lograr tus objetivos a largo plazo.  Por otro lado, ¿cuántas veces has visto personas poco talentosas que son exitosas, sólo porque saben venderse?  Esto te hace el punto de la importancia de la venta personal.

 

He visto a ejecutivos que no fueron tomados en cuenta para potenciales ascensos, dar un salto absoluto en sus carreras tan sólo aprendiendo a comunicar su valor, a vender su trabajo y vender a su equipo.

 

Crecimos con la idea de que el trabajo bueno se vende sólo.  Pues ya no.  En este nuevo mundo laboral tan competitivo eso es cuestión del pasado y si no aprendes las reglas del juego, te estancarás.  Nuestros jefes tienen muchísimas responsabilidades, mucho más grandes e importantes que las nuestras. Créeme que no van a estar mirándonos todo el tiempo para ver qué hicimos bien.  Es tu responsabilidad hacerte cargo y hacerle saber a la organización lo que vales. 

 

 

ENTONCES, ¿QUÉ HACER?

Esto no quiere decir que vas a ir con una trompeta gritando a los cuatro vientos lo bueno que eres.  Tampoco vas a ser ese compañero que a todos cae mal por lo mismo.  Existen formas muy sutiles y profesionales de lograrlo.

 

Recuerda esto:

La venta no es más que comunicar el valor de algo.   Venderte significa comunicar tu valor a otros.

 

Empieza quitarle ese contenido tan negativo que tal vez le has puesto a las ventas y toma conciencia de la importancia de esta habilidad para tu carrera.

 

Muchos nos sentimos incómodos sólo con la idea de vendernos y al final nos conformamos con poco reconocimiento, un sueldo menor al que nos merecemos y una carrera muchas veces ralentizada.  ¡El costo de no saber vendernos puede ser extremadamente alto!

>>>Dale clic acá para aprender algunos tips para venderte en el trabajo>>>

 

SIÉNTETE CÓMODO VENDIÉNDOTE

Sentirte cómodo vendiéndote es finalmente un cambio de actitud y es un cambio que va a tomar tiempo hasta que te sientas a gusto.

Algunos puntos importantes a anotar:

• Venderte sólo significa comunicar tu valor a otros.
• Las personas más talentosas necesitan aprender a venderse para triunfar.
• Necesitas mostrarles a las personas quién eres, ellos no los descubrirán por si solos (ni tienen por qué hacerlo).
• La venta personal se puede hacer de una manera ética y honesta.
• Tienes derecho a reclamar un lugar en el mundo.
• Vender se trata de expresar tus fortalezas, no aprovecharte de las debilidades de otros.
• Todos necesitamos vendernos de una manera u otra.

 

La venta personal no tiene que ser algo negativo, y es nuestra responsabilidad vender nuestro valor y no esperar a que nos “descubran”.   ¿Tienes grandes ambiciones para tu carrera?  Empieza a desarrollar esta habilidad ahora mismo.